Me avergonzó un poco. Pero, despiadado, agregó:
-¡Confundes todo!...¡Mezclas todo!
Estaba verdaderamente muy irritado. Sacudía el viento sus cabellos dorados.
-Conozco un planeta donde hay un Señor carmesí. Jamás ha querido a nadie. No ha hecho mas que sumas y restas. Y todo el dia repite como tú: "¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!" Se infla de orgullo. Pero no es un hombre; ¡es un hongo!
-¿Un qué?
-¡Un hongo!
Pues no queria que la viese llorar. Era una flor tan orgullosa...
Le dije: "La flor que amas no corre peligro.... Dibujaré una armadura para tu flor...Di..." No sabia bien que decir. Me sentia muy torpe. No sabia como llegar a el, donde encontrarlo... ¡Es tan misterioso el pais de las lagrimas!
Las personas mayores son decididamente muy pero muy extrañas, se decia a si mismo durante el viaje.

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