En Busca de un Título Apropiado
25 jun 2011
Mi Quinta Vida
Es un poco dramático darme cuenta que ya he dejado cuatro de mis anteriores vidas y que solo me quedan tres más, es triste el no recordar cuando perdí la primera, ni cuando fueron las siguientes o en que preciso momento decidí dejarlas.
Pero si recuerdo otras cosas, como que cada vez que veo sus fotos, me agarran depresiones y recuerdo que deje pasar mucho…demasiado creería y así es… deje amores, risas, fiestas, amigos, de todo un poco.
También la gran discusión/confesión que me dieron…me partió en mil trocitos.
Las levantadas y caídas diarias, las discusiones, el amargo gusto de la soledad.
El creer que volvería para ver que no era así.
Sé que por algo son, siempre lo es…
…Perdí amigos gane otros…
…Perdí un héroe y gane un superhéroe!
Igual ahora las cosas están cambiando, estoy esperando la satisfacción de logro, el sentirme feliz y completa de nuevo.
Levanto de nuevo mi cabeza para ver hacia adelante e intentar de patear las idioteces de lado para no retroceder de nuevo y morir.
Dejare atrás mis suspiros melancólicos por carcajadas de risas que eso es lo que más me gusta hacer aparte de amar.
4 jun 2011
...
Disculpa, Perdón...aveces no son suficiente.
Te amo, Te quiero...aveces no son suficiente.
Te escucho, Te hablo...aveces no son suficiente.
Te extraño, Estoy a tu lado...aveces no son suficiente.
Estaré siempre para ti, Seré tu mundo...aveces no son suficiente.
...Te protegeré de todo y todos sin importar que, Te daré mi vida...aveces no son suficiente.
Simplemente aveces no lo son.
Te amo, Te quiero...aveces no son suficiente.
Te escucho, Te hablo...aveces no son suficiente.
Te extraño, Estoy a tu lado...aveces no son suficiente.
Estaré siempre para ti, Seré tu mundo...aveces no son suficiente.
...Te protegeré de todo y todos sin importar que, Te daré mi vida...aveces no son suficiente.
Simplemente aveces no lo son.
Evitando Lagrimas
Si tan solo pudiera describir totalmente el sentimiento
Si tan solo pudiera desaparecer un minuto
Si tan solo pudiera volver en el tiempo
Si tan solo...Si tan solo....Sin tan solo tantas cosas
Borrar palabras, borrar errores, deter mi....mi?...mi que?! que es mi?...hace tiempo desaparecio el MI...ahora solo es una palabra vacia, ahora el nada se parece tanto al mi.
Me preguntan, me dicen, me reclaman ¿por que no dices lo que sientes, por que no hablas?
Es simple... no quiero, no quiero ser culpable del dolor de otros, no me gusta, me siento sucia, me siento dolida, me siento...mierda...si! mierda, aun si haber sido la que lo produjo...pero mas alla de eso...hay algo peor....el dolor se mente lentamente por mi cuello, se escurre dolorosamente por mi espalda y brasos, retuerce venas y musculos, toma el control de ellos, tocando de nuevo mi cuello, apretandolo, asfixiandome...y me detengo...dejo de respirar y aguanto y aguanto y apreto l pecho, ahogo el dolor, entierro el pensamiento, cierro los ojos, lloro y me doy cuenta que....que....QUE?!?!
Si tan solo pudiera desaparecer un minuto
Si tan solo pudiera volver en el tiempo
Si tan solo...Si tan solo....Sin tan solo tantas cosas
Borrar palabras, borrar errores, deter mi....mi?...mi que?! que es mi?...hace tiempo desaparecio el MI...ahora solo es una palabra vacia, ahora el nada se parece tanto al mi.
Me preguntan, me dicen, me reclaman ¿por que no dices lo que sientes, por que no hablas?
Es simple... no quiero, no quiero ser culpable del dolor de otros, no me gusta, me siento sucia, me siento dolida, me siento...mierda...si! mierda, aun si haber sido la que lo produjo...pero mas alla de eso...hay algo peor....el dolor se mente lentamente por mi cuello, se escurre dolorosamente por mi espalda y brasos, retuerce venas y musculos, toma el control de ellos, tocando de nuevo mi cuello, apretandolo, asfixiandome...y me detengo...dejo de respirar y aguanto y aguanto y apreto l pecho, ahogo el dolor, entierro el pensamiento, cierro los ojos, lloro y me doy cuenta que....que....QUE?!?!
No hay nada....
.....y.....
.....vuelvo
Pienso cuales son las mejores palabras para expresarme...pero no salen o eso creo, cuando hablo de ellas ante personas que influyen en mi vida salen como gritos, gogos (jajaja gogos ahogos) tambien hiptos eso que parece un hipo y no se detiene y sabes que lo que decis le duele al otro pero aveces
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooh
uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuh
suspiro lagrima shu shu shuuuuu! fuera...
palmada palmada seco cara y respiro, RESPIRO...entren lagrimitas escurridisas no las quiero ver en los bordes de mis parpados ♫♪
....pienso en todo lo que tengo que decir y no digo...pienso en que me hundo, tal como capitan con barco, y no quiero hacer nada, yo me hundo con mi cuerpo, con mis pensamientos, pero yo creo que podre salir sola de ese entierro...no me gusta que me ayuden, por que cuando lo intentan lastimo, y me lastimo mas.
Me gustaria decir que estoy mejor, como pense que lo estaba hace unos dias....pense...solo pense, y ahora se que me estaba engañando, en el fondo sabia que estaba esperando mucho mas, que estaba queriendo un abrazo inesperado de apoyo y soporte...que alguien me dijiera; "no estas sola, yo se como solucionarlo, como ayudarte" y un "te amo con todo mi corazon" de verdad y tal vez pidiendo mucho " ya no importa nada, estas a salvo" entonces en eso me dejaria ir, hundir, y respirar la amabilidad de la otra persona, saborearla y saber que realmente a alguien le importaba lo que sentia y no mi futuro...me importa demaciado a mi, ahora solo quiero que importe un poco mi corazon, poder llorar, poder grita, dejar la tristesa, sin sentirme mal por ello....todos, absolutamente todos necesitamos una descarga deves en cuando.
Capas si lloraba un poquito casi todas las noche, dejando ir un poco el dolor, capas eso haria que nunca se llenara la copa...pero ooooh! sorpresa...la copa se llenaba mas rapido...y hoy siiii justo hoy paso lo que evitaba, mi quiebre, mi rebalso, mi todo...explote como la gran ingenua que soy... No queria que la estupides de hoy ocurriera, no queria que mis padres me vieran en mi.....medio momento (debo aclarar que he estado...mucho pero muuucho peor) como borrarlo, como desaparecer el dolor causado, realmente no tengo muchas ganas de hablar de eso, pero hace falta para dejar las cosas en el pasado....
Me siento tan inutil, sentada en un ciber escuchando una y otra vez audioslave, evitando mirar a otro lado mas que lo que escribo preocupada de que no avise que mi amigo no estaba y me fui a lo de otra amiga...y luego pase por casa y me detuve, pensando que aveces las cosas serian mejor si no estubiera, mire a lo de la vecina para ver unas sonrisas y luego volver a casa, pero todo estaba apagado y solo segui de largo, sin una sonrisa antes, las miradas de los que lastimo se sienten como dagas en el pecho.
Y bueno aca estoy soñando y volviendo, con muchas ganas de desaparecer en un mundo imaginario, o de poder adelantar el tiempo y decir, si! yo pude, me fui, me mude, deje que mi madre siguiera con su vida, y que mi padre tomara el rumbo que quisiera y que estoy aca en mi casita, afuera en un pequeño balconsito sintiendo la lluvia sobre mi cara y decir; "ahora si estamos felices"
Pero no es verdad
estoy aca sentada lamentando mi miseria, en vez de la de los demas...
Solo pedi un dia para ser egoista, para poder saber que yo tambien sufria, que yo tambien soy humana. Solo que no sabia que el egoismo de novatos fuera tan jodido.
Ehm que mas ¿que mas?
Mi rostro arde, mi garganta quema, tengo que tomar mis medicamentos, quiero nadar, tengo ganas de abrazar a mi hermanito, tengo ganas de poder pedir perdon aunque no sirva de nada, tengo ganas de llorar, tengo ganas del abrazo de mi abuela, tengo muchas ganas de muchas cosas....que parecen lejanas
¿Por que cuando crecemos y la inocencia desaparece, nos enfrentamos a tanto dolor?
¿Y la desilucion por que se reparte por paquetes grandes?
26 may 2011
Exhausta
Me arrastro, lentamente dejando a la deriva mi alma. Se fueron, me abandonaron las fuerzas, dejándome solo una batalla perdida
Aliento y suspiro olvidados, dolor y no un sentimiento, sino la consecuencia, un vacio desgarrador en el pecho.
Sentada en la cama, cayendo lágrimas de desesperación, pesadas y dolorosas, boca seca, grite en busca de respuesta, y solo encontré una; la nada
Tan vacía pero repleta, la sensación, el gusto que deja, tan amargo y destructor. Mi mente colapso ante una idea fatal y no de muerte, sino de vacío.
Sola, sedienta, destruida y olvidada, abandonada en una habitación, en mi habitación esperando el regreso del milagro, de la respuesta, de su cariño.
Esa comprensión que desapareció, esa sensación de libertad, de poder correr siempre detrás de ella, segura abrasada y protegida.
Realmente no estoy segura del momento en que te fuiste, no estoy segura de mi existencia como tuya, y si realmente nunca lo fue, nunca le pertenecí a nadie, y si solamente era yo la que imaginaba sentirse feliz, y si solamente me miento por el miedo de estar sola.
21 may 2011
El principito (Cap. XXI-82)
Entonces apareció el zorro.
–Buenos días –dijo el zorro.
–Buenos días –respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
–Estoy acá – dijo la voz– bajo el manzano...
–¿Quién eres? –dijo el principito–. Eres muy lindo...
–Soy un zorro –dijo el zorro.
–Ven a jugar conmigo –le propuso el principito–. ¡Estoy tan triste!...
–No puedo jugar contigo –dijo el zorro–. No estoy domesticado.
–¡Ah! Perdón –dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
–¿Qué significa “domesticar”?
–No eres de aquí –dijo el zorro–. ¿Qué buscas?
–Busco a los hombres –dijo el principito–. ¿Qué significa “domesticar”?
–Los hombres –dijo el zorro– tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
–No –dijo el principito–. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?
–Es una cosa demasiado olvidada –dijo el zorro–. Significa “crear lazos”.
–¿Crear lazos?
–Sí –dijo el zorro–. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
–Empiezo a comprender –dijo el principito–. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
–Es posible –dijo el zorro–. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
–¡Oh! No es en la Tierra –dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado
–¿Es en otro planeta?
–Sí.
–¿Hay cazadores en ese planeta?
–No.
–¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
–No.
–No hay nada perfecto –suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
–Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros.
Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
–¡Por favor... domestícame! –dijo.
–Bien lo quisiera –respondió el principito–, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
–Sólo se conocen las cosas que se domestican –dijo el zorro–. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
–¿Qué hay que hacer? –dijo el principito.
–Hay que ser muy paciente –respondió el zorro–. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
–Hubiese sido mejor venir a la misma hora –dijo el zorro–. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
–¿Qué es un rito? –dijo el principito.
–Es también algo demasiado olvidado –dijo el zorro. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
–¡Ah!... –dijo el zorro–. Voy a llorar.
–Tuya es la culpa –dijo el principito–. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
–Sí –dijo el zorro.
–¡Pero vas a llorar! –dijo el principito.
–Sí –dijo el zorro.
–Entonces, no ganas nada.
–Gano –dijo el zorro–, por el color de trigo.
Luego, agregó:
–Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
–No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún –les dijo–. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
–Sois bellas, pero estáis vacias –les dijo todavía–. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
–Adiós –dijo.
–Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
–Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el principito, a fin de acordarse–
–El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
–El tiempo que perdí por mi rosa... –dijo el principito, a fin de acordarse.
–Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro–. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
–Soy responsable de mi rosa... –repitió el principito, a fin de acordarse.
–Buenos días –dijo el zorro.
–Buenos días –respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
–Estoy acá – dijo la voz– bajo el manzano...
–¿Quién eres? –dijo el principito–. Eres muy lindo...
–Soy un zorro –dijo el zorro.
–Ven a jugar conmigo –le propuso el principito–. ¡Estoy tan triste!...
–No puedo jugar contigo –dijo el zorro–. No estoy domesticado.
–¡Ah! Perdón –dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
–¿Qué significa “domesticar”?
–No eres de aquí –dijo el zorro–. ¿Qué buscas?
–Busco a los hombres –dijo el principito–. ¿Qué significa “domesticar”?
–Los hombres –dijo el zorro– tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
–No –dijo el principito–. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?
–Es una cosa demasiado olvidada –dijo el zorro–. Significa “crear lazos”.
–¿Crear lazos?
–Sí –dijo el zorro–. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
–Empiezo a comprender –dijo el principito–. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
–Es posible –dijo el zorro–. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
–¡Oh! No es en la Tierra –dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado
–¿Es en otro planeta?
–Sí.
–¿Hay cazadores en ese planeta?
–No.
–¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
–No.
–No hay nada perfecto –suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
–Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros.
Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
–¡Por favor... domestícame! –dijo.
–Bien lo quisiera –respondió el principito–, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
–Sólo se conocen las cosas que se domestican –dijo el zorro–. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
–¿Qué hay que hacer? –dijo el principito.
–Hay que ser muy paciente –respondió el zorro–. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
–Hubiese sido mejor venir a la misma hora –dijo el zorro–. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
–¿Qué es un rito? –dijo el principito.
–Es también algo demasiado olvidado –dijo el zorro. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
–¡Ah!... –dijo el zorro–. Voy a llorar.
–Tuya es la culpa –dijo el principito–. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
–Sí –dijo el zorro.
–¡Pero vas a llorar! –dijo el principito.
–Sí –dijo el zorro.
–Entonces, no ganas nada.
–Gano –dijo el zorro–, por el color de trigo.
Luego, agregó:
–Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
–No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún –les dijo–. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
–Sois bellas, pero estáis vacias –les dijo todavía–. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
–Adiós –dijo.
–Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
–Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el principito, a fin de acordarse–
–El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
–El tiempo que perdí por mi rosa... –dijo el principito, a fin de acordarse.
–Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro–. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
–Soy responsable de mi rosa... –repitió el principito, a fin de acordarse.
El Principito, Antoine de Saint-Exupéry
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